Receta para jugar bien:
El buen jugador se divierte, pq sabe que es un juego y priva el aprender por encima del resultado, sabe que ganar sin aprender no sirve de nada.
Motiva a los compañeros simplemente pq él está motivado, toma pequeñas decisiones que lo hacen ser mejor. Sabe que el entreno y el juego le
ayudan a su vida diaria, eso es lo importante.
Por eso siempre está en paz consigo mismo y con los demás, tanto compañeros como rivales, como público y todo lo que le rodea.
El mal jugador se queja, comenta que la culpa no es de él, sino del equipo, si no corren los demás él no corre.
Se
deja vencer en definitiva por las circunstancias y por las malas circunstancias, y eso impide tomar conciencia de lo que si puede
hacer.
El jugador puede experimentar en que fase está y poder elegir en que fase quiere estar, si es bueno el jugador elegirá bien.
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