Intercambio de calor con el ambiente, RADIACIÓN.

Radiación: es la transferencia de calor por ondas electromagnéticas infrarrojas entre la piel y los objetos que la rodean.
Ganancia/Pérdida de calor por radiación · piel +- fría que objetos del entorno.
Típico pérdida de calor por radiación.
En medios muy calientes (ej. verano y exposición al sol), más que el cuerpo humano, el organismo ganará calor por radiación.
El cuerpo humano desnudo en una habitación a temperatura normal elimina el 60% de la pérdida total de calor por radiación.
El color de la piel y de las ropas con las que nos cubrimos afecta la capacidad de reflexión de las ondas. El color claro refleja más radiación que el color oscuro, disminuyendo la transferencia de calor por radiación.

Conducción: es la transferencia de calor molécula a molécula, entre sólidos líquidos y gases; pero sobretodo sólidos y líquidos.
Mecanismo dependiente de la conductividad de la sustancia y de las diferencias de temperatura entre los puntos de contacto.

Este mecanismo toma verdadera importancia al sumergir el cuerpo en el agua.

Equivale al 5% de la pérdida total de calor por el organismo, en condiciones normales

Convección: concepto limitado a los fluidos (líquidos o gases), que implica corrientes de los mismos.
Con el contacto entre moléculas más calientes y más frías hay una transferencia de calor (por conducción) y se crean corrientes.

Las corrientes externas de aire o agua, si el cuerpo está sumergido, facilitan el intercambio de calor por esta vía; así, el aire a una velocidad de 6,5 km/h es aproximadamente dos veces más efectivo que el aire a 1,5 km/h.

Equivale al 15% de la pérdida de calor total del organismo, en condiciones normales. Evaporación: el calor se transfiere continuamente hacia el ambiente conforme el agua se evapora de las vías respiratorias y de la superficie de la piel, constituyendo la evaporación insensible o perspiración.
En contraste con los otros mecanismos antes descritos, que pueden producir pérdidas o ganancias de calor, éste sólo puede producir pérdidas. De manera que cuando la temperatura ambiente supera a la del organismo sólo se puede perder calor por esta vía.

Fundamentalmente, la formación de sudor y concretamente su evaporación en la superficie de la piel enfría esta, provocando un descenso de la temperatura de la sangre que ha sido derivada del interior el cuerpo a la periferia.

La evaporación supone en condiciones normales el 20% de la pérdida de calor en reposo, constituyendo la principal defensa fisiológica en contra del sobrecalentamiento.